Las células madre adultas se ocupa de los mecanismos de autoregeneración del organismo mediante implantación de éstas. Estas células tienen la habilidad de transformarse en diferentes tipos de células (células cardiacas, de cartílago, hepáticas, nerviosas, entre otras).
Cada persona reacciona diferente y lo que se logra con este procedimiento es dar las herramientas al cuerpo y ponerlo en las condiciones ideales para que por sí mismo regenere los tejidos más dañados. Aunque no existe garantía de cura a la enfermedad tratada, sí existe la experiencia de una gran mejoría en la mayoría de los pacientes.
Hay mucha seguridad en los procedimientos realizados por contar con las instalaciones adecuadas específicamente para este procedimiento. Las células madre utilizadas son del mismo paciente, autólogo. Esto evita complicaciones de rechazo de tejidos y enfermedad injerto contra huésped y muchos otros efectos secundarios. Al ser del mismo paciente no existe riesgo alguno.
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